Dr. David Sáez, jefe Servicio de Neurología del HBLT: “el paso que dimos con las trombólisis y trombectomías fue uno más en la búsqueda de equidad en salud”
Durante la realización del LXXVII Congreso SONEPSYN, el Dr. David Sáez Méndez, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco Trudeau, recibió la “Medalla Dr. Guillermo Brink Pasvahl 2022”, reconocimiento otorgado por la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (SONEPSYN) a través del cual se valora la excelencia en el ejercicio de la especialidad.
Y no en vano, pues el profesional cuenta con 41 años de servicio público, desempeñándose desde médico general de zona, hasta director de un hospital rural en Contulmo. Actualmente es jefe del Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco, y está a cargo del desarrollo de la especialidad en la zona sur de la Región Metropolitana lo cual se evidencia, entre otros aspectos, en la formación académica de más de 120 profesionales becados de Neurología.
Desarrollo de la neurología en chile
Luego de más de cuatro décadas trabajando en el campo de la Neurología a nivel nacional, ¿cómo evalúa el desarrollo de la especialidad?
“Antes se referían a los neurólogos como que hacíamos diagnósticos muy buenos pero que no solucionábamos nada en el paciente, sin embargo, en la década de los noventa se produjo un salto, porque a través de la Organización de Naciones Unidas se incentivó la investigación en patologías cerebrales, gestándose nuevos fármacos antiepilépticos, tratamientos para el accidente vascular isquémico y estudios que permitieron manejar mejor a pacientes que antes tenían mínimas posibilidades de ingresar a una unidad de cuidado intensivo y que hoy son aceptados como cualquier otro», asegura Sáez.
De esta forma, dice el especialista, se han revertido diversos aspectos del pensamiento médico, pues la neurología dejó de ser una especialidad que diagnosticaba, pero que no trataba al paciente.
“La neurología ha cambiado, seguimos haciendo diagnósticos raros y extraños, pero damos soluciones y respuestas a los demás especialistas y a la población”, dice.
Trabajando “a pulso” en la salud pública
En 1994 el Dr. Sáez se integró al Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco, el cual dirige desde 2020, sorteando exitosamente dificultades propias de la época. Hoy el centro asistencial es referencia para las regiones Metropolitana, de Valparaíso y O’Higgins, en la realización de trombólisis y trombectomías.
¿Cuáles han sido los desafíos que ha debido enfrentar desempeñándose en la red pública de salud y específicamente en la red sur?
“Tuvimos un retardo en el servicio público de nuevas tecnologías y atención de nuevas patologías a nivel nacional. Hasta el año 1990 en Chile hubo un solo escáner público que estaba en el Instituto de Neurocirugía, pero con la llegada de la democracia se empezaron a instalar equipos en otras partes del país. Al Barros Luco le correspondió uno, lo que nos permitió una mejoría en la calidad de trabajo con nuestros pacientes y con quienes llegaban al Servicio de Urgencia”.
En 1995 se comenzaron a realizar en el mundo las primeras trombólisis para pacientes con accidentes cerebrovasculares agudos. A nivel nacional, un par de años después, el sector privado comenzó a implementar la técnica, mientras que en 1998 los equipos de la salud pública, liderados por el Dr. Sáez, desarrollaban un plan piloto. “Introdujimos esta técnica al sistema público recién en septiembre de 2009. Llegamos tarde, pero con la experiencia previa de haber desarrollado un plan piloto para atender el ACV”, explica el neurólogo.
«Antes la mortalidad del ACV ascendía a un 28%, sin embargo, en 1998 nos hicimos cargo de traer a esos pacientes precozmente desde el Servicio de Urgencia al de Neurología y sólo con ese hecho bajamos la mortalidad a un 8%”, explica Sáez, en un trabajo que implicó contar con profesionales de enfermería especializados y técnicos paramédicos capacitados.
En septiembre de 2009, el centro asistencial llevó a cabo la primera trombólisis, contribuyendo a los más de 800 procedimientos realizados en Chile a la fecha, lo cual incluye al sector privado.
“El paso que dimos en las trombólisis y trombectomías fue uno más en busca de la equidad de la atención de salud. Ese fue nuestro principal argumento para implementarlas en el sistema público y particularmente en el Hospital Barros Luco”, asegura el Dr. Sáez quien agrega que “en 2011 introdujimos la trombectomía intraarterial con neuroradiólogos, donde también fuimos pioneros en Chile y Latinoamérica. Así logramos ofrecer otra opción de tratamiento a nivel público y con ello dimos un salto importante que nos convirtió, en términos numéricos, en los principales realizadores de estos dos procedimientos.
El libro que establece los criterios para diagnosticar la muerte cerebral
Cómo certificar el fallecimiento de una persona a causa de un daño neurológico severo es el argumento central del libro “Muerte encefálica”, escrito por el Dr. David Sáez y en el cual, además, se entregan las directrices para que exista uniformidad en la evaluación y diagnóstico de un paciente en estado de coma o en situaciones que son limítrofes. “Se trata de criterios que han sido definidos en una comisión especial en conjunto con el Servicio de Salud Metropolitano Sur y que se aplican en el Hospital Barros Luco”, dice.
“Es un libro que entre otras cosas hace hincapié en la necesidad de que se respeten los protocolos que existen y que sean internalizados por los distintos especialistas que tienen que ver con esto como neurólogos, neurocirujanos e intensivistas”.
Según explica Sáez en el libro presentado en 2021, “la muerte cardiaca es reanimable, pero una muerte cerebral o encefálica, no. Si murió el centro respiratorio o el centro cardiaco, no hay como darle vuelta. No existe el trasplante de tronco cerebral, ni el de cerebro. No es reparable, por lo tanto, el único criterio real de muerte para un ser humano es la muerte encefálica, lo cual debe ser completamente transparentado a las familias para, de esta forma, pasar a una etapa fundamental que es el procuramiento de órganos y tejidos”, concluye.